Principios básicos: |
Conceptos importantes del Proyecto Educativo Escucha activa, empatía. Implicación, presencia, “estar”. Cuidarnos, relacionarnos, querernos. Respeto mutuo. Alternativas concretas: deportivas, solidarias, culturales y relacionadas con la Naturaleza. Coherencia, transparencia. Acompañar sin agobiar. Proponer sin imponer. Aconsejar. Corregir, redirigir con propuestas positivas. Dialogar, pactar. En los centros educativos y en las familias, es muy importante generar un clima inclusivo, cooperativo, que satisfaga las necesidades emocionales y sociales más determinantes para la vida. Buscamos que la infancia y la juventud formen parte de una generación de seres humanos positivos, socialmente responsables y conscientes del compromiso con su entorno. Algunas propuestas concretas: Observar y elogiar los comportamientos positivos. Dar ejemplo. Atender con receptividad y empatía. Motivar y enseñar el cuidado y respeto por la Naturaleza. Motivar a la lectura de libros sobre amistad y relaciones constructivas. Establecer rutinas en tareas y quehaceres. Evitar imágenes y contenidos violentos o antisociales. Ante los conflictos: Tomar una actitud no alarmista. Evaluar la verdadera dimensión del problema. Ceñirse a las conductas presentes, no sacando a colación cosas pasadas. Buscar el ambiente adecuado y el momento oportuno para hablar de los temas que pueden ser motivo de conflicto. Desde el nerviosismo y el enfado no se educa. Hay que plantear los problemas, no ocultarlos. Hacer frente con decisión. Aceptar, si es necesario, la propia responsabilidad pidiendo disculpas. Ser breves a la hora de definir problemas, analizando las situaciones una por una. Mantener una actitud comprensiva. Centrarse en las soluciones posibles hasta llegar a acuerdos. Participar juntos en actividades positivas y juegos cooperativos. Para mejorar las relaciones: Comunicación activa. Afectividad, cariño, comprensión. Apoyo. Contención, no perder el control. Realismo. Confianza. Capacidad de negociar. Intimidad. Analizar y ayudar en sus miedos. Autonomía, espíritu crítico. Sin el “estar”, sin una verdadera implicación, sin “verdad” en el aprecio y la relación con la persona, será muy difícil todo lo comentado. La infancia y la juventud percibe a kilómetros si hay un verdadero interés o si se trata de postureo, juicios e indiferencia. Es necesario empatizar, utilizar un nuevo lenguaje y encontrar tiempos y espacios adecuados. ![]() ![]() Los nuevos referentes Una vez cuestionados los antiguos modelos de autoridad, posiblemente nuestro
mundo necesita un nuevo modelo de liderazgo. Personas decididas y convencidas, también enérgicas, pero capaces de privilegiar el “nosotros” sobre el puro “yo”. Conscientes, por tanto, de que la fuerza proviene de la corporatividad. Personas que despierten consenso, que inviertan la tendencia de competividad desconcertante y encuentren espacio para todos y todas, incluso los más débiles, especialmente para ellos. Favorecer el escuchar al hablar, el tiempo al espacio, la paz a la violencia, el servicio al poder, el amor al egoísmo, el acuerdo a la imposición, la sabiduría a la ideología. Atentos al dolor y sufrimiento ajeno, disponibles. Los adultos estimulamos, frenamos, complicamos o facilitamos su proceso de maduración. Servimos de contraste, representamos propuestas de vida, implicamos modelos, traspasamos maneras de ser y de interesarse por el mundo que nos rodea. Podemos ser sus compañeros y compañeras de viaje, y fundamentales en su corrección, formación y crecimiento en todos los sentidos de la palabra. El importante sentido del humor Lo considero muy necesario, sobre todo para la actual En esa dirección, volvamos a celebrar unidos, La idea de que todos los días son iguales, añade monotonía,
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